viernes, 9 de noviembre de 2012

El otoño y las aguas de escorpio.


Creo que no hay nada más placentero o que me produzcan más cantidad de gratas emociones que el pasear bajo una fina llovizna de noviembre por un parque o campo.

Y es curioso porque, llegando este tiempo, todo el mundo se refugia en casa, ya no se ve a casi nadie por la calle excepto para lo imprescindible, trabajo, compras, etc… y nada más.

Pero esto hace que nos perdamos lo que está regalando la naturaleza a manos llenas: una maravilla de luz, color, perfumes…

Ayer tuve la oportunidad (que no aprovecho tanto como me gustaría) de dar uno de estos paseos, al mediodía y sin cruzarme con nadie (algo que me cuesta entender).

El espectáculo era increíble… respirar el aire cargado de humedad y gratos olores de plantas, tierra húmeda, todo regado por la fina lluvia ¡desde hace que tantos meses no caía una gota, me parecía un auténtico lujo!

Contemplar el paisaje lleno de tanto colorido: rojos, amarillos, ocres, un césped que vuelve a reverdecer, los pinos, abetos que fortalecen su color verde oscuro, los árboles de hoja caduca que, perdiéndola, se va transformando desde el verde pálido al amarillo, marrón… los prunos violáceos, corinto… todo esto en medio de una temperatura, diría, ideal, templada.

Las nubes, desde gris oscuro hasta casi el blanco, cómo se deshacen bajando la montaña…

No sé porqué me producen tantas emociones esta época del año, se me disparan todos los sentidos, como si percibiera hasta el último movimiento de la más pequeña brizna de hierba. Aun habiendo nacido en la primavera, ésta, que es otra pequeña primavera, me motiva, sugiere, me despierta más la sensibilidad... me lleva a pensar, a sentir toda la naturaleza que actúa como una gran inmenso ser vivo de una forma casi imperceptible, pero segura...

Escorpio es un signo de agua y, es curioso cómo, llegando esta época se manifiesta el agua casi en todas sus formas, en líquido, vapor… lluvias suaves, alguna rara vez más intensas, niebla, incluso en el pico de la montaña comienzan a verse las primeras nieves…

Tanta es la impresión que me producen estos paseos que los guardo en la retina, en la nariz, la piel y no he  podido por menos que traerlos a este espacio.

Pierde un rato en tu vida y regálate uno de estos paseos…

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