Siempre me he preguntado porqué se llama "constipado" a un resfriado, catarro, enfriamiento cuando realmente significa estreñimiento y así lo denomina el diccionario médico.
También me he preguntado como en la era de las comunicaciones y de tanto avance tecnológico como científico, no se ha logrado descifrar el enigma de algo tan común como un catarro... esta duda la dejo en el aire.
La respuesta a la primera pregunta la encontré cuando Mirtha nos regaló un hermoso artículo del doctor Jose Maria Cardesin titulado "Nunca mas constipado" en el que expone, efectivamente, que el constipado es un estreñimiento que se produce en el intestino debido a un mal proceso de digestión por haber ingerido en exceso líquidos o sólidos los cuales producen un bloqueo y, a su vez, putrefacción de los alimentos, lo cual provoca un aumento la temperatura y sequedad, la sangre acude a la zona para solucionarlo... quedando el resto del cuerpo frío.
Para no extenderme en exceso, te invito a leer el artículo muy muy interesante.
Y como solución da el beber agua FRÍA para combatir ese calor intestinal: cantidad de líquidos fríos y monodieta de peras al tener mucha fibra y, a su vez, refrescar la zona.
Bien, pues, en estos días he tenido la ocasión de poner a prueba esta teoría. Aunque estaba tan contenta porque he pasado las fiestas sin casi haberme extralimitado con las comilonas que se presentan, a última hora sucumbí a un buen roscón con nata (de las de antes, ahí piqué)... ¡que rico, por Dió! si, si... pero me sentó... rematadamente fatal, los lácteos que cada vez los digiero peor y el dulce... noté perfectamente la congestión general que me produjo y que empezó por la nariz a moquear cada vez más hasta terminar en un catarrazo-gripe y sin poder moverme de la horizontal ¡caro me costó el rosconcito!
En fin que me acordé del artículo y pensé que era el momento ideal para ponerlo a prueba y así lo hice pero ¡ya tuve valor! toda mi vida me han aquejado unos buenos catarrazos -como buena taurina- incluso algún año estuve todo el invierno casi con catarro permanente pero no cualquier resfriadito de nada sino trancazos de mucho cuidado. Solamente, después de haber pasado por más de 20 limpiezas hepáticas se han convertido en bien livianos.
Pero a mi que siempre me cuido en no coger frío en la garganta con bebidas o comidas calientes, buenas bufandas, cuellos altos de lanita, etc... que me digan que me zampe un buen vaso de agua fría en pleno mes de enero y según como estaba, en pleno catarrazo y una congestión del 15... ¡me lo cuentan y no me lo creo! pero como todo es probar y me parecieron muy sensatas y lógicas las palabras de este doctor ¡allá que fue el vaso de agua fría! eso sí despacio y tanteando.
La primera sorpresa fue que, de repente, se despejó la mente de forma instantánea y la segunda es que se empezó a despejar la hermosa trompa que tenía en la nariz-entrecejo ¡¡¡??? bueno pues, en vista del éxito seguí con el método del agua y, fue gracioso que, según bebía, se notaba perfectamente cuando necesitaba más. Efectivamente notaba una gran sensación de tener todo el sistema digestivo reseco con lo cual ¡a beber agua fresquita! -todavía no me lo creo-.
Así estuve UN DÍA casi sin comer nada porque, principalmente, no admitía nada. Curiosamente el doctor explica que, cuando empiezan a remitir el bloqueo intestinal, comienza la tos y así fue pero, para mi, lo espectacular fue que cuando me daba la tos, bebiendo otro vaso de agua fría ¡se me quitaba!
En definitiva, el tremendo catarrazo-gripe (me dolía todo el cuerpo) duró un día y luego coleteó algunos días más, principalmente porque no guardé una dieta adecuada. Eso sí, al mínimo síntoma ¡vaso de agua fría al canto! y sin tomar NADA MÁS, ni una triste aspirina, ni una mínima infusión, ni propóleo, NADA.
Lo considero un gran hallazgo y, por eso, lo comparto contigo.
¡feliz y sano nuevo año!
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