Creo que no hay nada más placentero o que me produzcan más
cantidad de gratas emociones que el pasear bajo una fina llovizna de noviembre
por un parque o campo.
Y es curioso porque, llegando este tiempo, todo el mundo se
refugia en casa, ya no se ve a casi nadie por la calle excepto para lo
imprescindible, trabajo, compras, etc… y nada más.
Pero esto hace que nos perdamos lo que está regalando la
naturaleza a manos llenas: una maravilla de luz, color, perfumes…
Ayer tuve la oportunidad (que no aprovecho tanto como me
gustaría) de dar uno de estos paseos, al mediodía y sin cruzarme con nadie
(algo que me cuesta entender).
El espectáculo era increíble… respirar el aire cargado de
humedad y gratos olores de plantas, tierra húmeda, todo regado por la fina lluvia
¡desde hace que tantos meses no caía una gota, me parecía un auténtico lujo!
Contemplar el paisaje lleno de tanto colorido: rojos,
amarillos, ocres, un césped que vuelve a reverdecer, los pinos, abetos que
fortalecen su color verde oscuro, los árboles de hoja caduca que, perdiéndola,
se va transformando desde el verde pálido al amarillo, marrón… los prunos
violáceos, corinto… todo esto en medio de una temperatura, diría, ideal,
templada.
Las nubes, desde gris oscuro hasta casi el blanco, cómo se
deshacen bajando la montaña…
No sé porqué me producen tantas emociones esta época del
año, se me disparan todos los sentidos, como si percibiera hasta el último
movimiento de la más pequeña brizna de hierba. Aun habiendo nacido en la
primavera, ésta, que es otra pequeña primavera, me motiva, sugiere, me
despierta más la sensibilidad... me lleva a pensar, a sentir toda la naturaleza que actúa como una gran inmenso ser vivo de una forma casi imperceptible, pero segura...
Escorpio es un signo de agua y, es curioso cómo, llegando
esta época se manifiesta el agua casi en todas sus formas, en líquido, vapor…
lluvias suaves, alguna rara vez más intensas, niebla, incluso en el pico de la
montaña comienzan a verse las primeras nieves…
Tanta es la impresión que me producen estos paseos que los
guardo en la retina, en la nariz, la piel y no he podido por menos que traerlos a este espacio.
Pierde un rato en tu vida y regálate uno de estos paseos…