viernes, 24 de agosto de 2012

Hoy celebro que mi perro ha nacido.


Ayer mi amado perro Japy (para todos Happy) abandonaba su bello traje y hoy me he levantado con la gran sensación de querer celebrarlo como un gran acontecimiento ¿no es una gran fiesta el que un ser nazca a la Vida, que vuelva al Hogar??? Y así me lo planteé: estrené un vestido blanco (me hace juvenil J), lo acompañé con unas “mayorquinas” rojas y salí a disfrutar del día, de la luz del sol, de mi pueblo  (que apenas lo disfruto) y para más colmo… le percibí diciéndome cosas, consejos. Claro, no es de extrañar, para mi han sido casi 15 maravillosos e intensos años pero, para el, ha sido toda su vida…

Te quiero contar que, a pesar de haber tenido este paso trascendental toda la vida bien presente, haber leído tanto sobre esta etapa segura, de creer que estaba concienciada como me ocurre cuando se va algún ser querido más o menos cercano… en este caso me he sentido invadida por los sentimientos de una forma inaudita y sorpresiva, llegándome a dejar completamente “out”, fuera de juego, hace 20 días cuando realmente creo que se fue pues le dio un shock que le dejó postrado. Desde entonces me he preguntado a que se debía esta inesperada “traición” de los sentimientos, me propuse encontrar la causa y ya encontré.


 “El cuerpo astral tiene sus deseos a docenas; él os inclina a la cólera, a la injuria, a la
envidia, a la avaricia, a codiciar los bienes ajenos, a sumiros en la depresión. El cuerpo
astral quiere todas estas cosas y muchas más, no porque desee perjudicaros, sino
porque le gustan las vibraciones intensas, así como el cambio constante de ellas. Mas
vosotros no necesitáis estas cosas, y por esto debéis saber distinguir entre vuestros
deseos y los de vuestro cuerpo.”

Al leer este párrafo entendí… y es que los animales se relacionan con el mundo del deseo o astral, son totalmente emociones, por lo tanto, sacan nuestro lado más emotivo, vulnerable, visceral.

A mí, este ser me ha enseñado muchísimo y sobretodo en esta última etapa. También me plantearon, casi diría, de una forma insistente, el tema de la eutanasia o sacrificarle para que no sufriera y en un momento dado lo di por bueno a pesar de que, gracias a Dios, no tuvo apenas trances dolorosos. Pero reflexionando más tarde sobre la cuestión me pregunté por qué evitar el sufrimiento  si es lo que presentaba la vida en ese momento y, de alguna forma recordé que el sufrimiento… purifica, limpia, eleva, dignifica, hace evolucionar, crecer.

Vivimos en una sociedad que trata de borrar “lo malo”, lo feo, lo que no gusta, la muerte, el dolor, el sufrimiento; pero venimos a este mundo para aprender “lo bueno” y “lo malo”, realmente estas dos apreciaciones solo son producto de la mente porque, para lo demás, solo son enseñanzas a aprender y si las evitamos… estamos evitando aprender, integrar esas enseñanzas tan valiosas. Por lo tanto, asumí y decidí que si teníamos que pasar esa etapa, la pasaríamos con toda la dignidad y valor de los que fuéramos capaces.

Trato, en todo momento, intento hacer lo correcto y, aún así tenía dudas, así que un día le pregunté si quería la inyección y percibí una respuesta como aterrorizada “NO, DE NINGUNA DE LAS MANERAS” por lo que no volví a plantearme más la cuestión.

Pero ayer, después de que se fue, analizando los símbolos, el día del mes, de la semana, el signo del zodiaco, los ángeles que actuaban… me quedé de piedra al leer que el principal ángel (OMAEL, Dios paciente) que actuaba ayer es el que da el “amor por los animales” y, por el contrario, el que actúa desde “abajo”, la energía inversa es el que promueve “el aborto y el sacrificio indiscriminado de animales” y explica que, como dice la ley del Karma, la persona que quita la vida, en algún momento tendrá que darla, restituir esa vida y las experiencias valiosísimas que lleva consigo…

Solamente lo dejo ahí pues es un tema sumamente delicado y cada cual que lo tome como bien lo vea.


Escribo este artículo en homenaje al ser maravilloso que me ha acompañado todos estos años y que lo sigue haciendo allá donde está, que me ha enseñado el amor sin condiciones, la sencillez, la dignidad, la superación y tantas otras cosas… Por lo tanto, os invito a todos a que os planteéis el compartir la vida con alguno de estos maravillosos maestros y realmente sabréis lo que es VIVIR.

2 comentarios:

Puri dijo...

Aunque, como decía, es un tema sumamente delicado, en el que contexto en que está escrito entiendo que se refiere al sacrificio de animales indiscriminado como pueda ser la caza o las corridas de toros. En la vida, las cosas no son en blanco y negro, si no que hay momentos, situaciones límite las cuales van más allá de la razón.

Puri dijo...

Esta entrada la escribí el día 23 por la noche pero, al publicarla ya pasó al 24 (es lo que dice) porque Japy dejó el físico el 22 y por eso dígo: ayer...