Ayer mi amado perro Japy (para todos Happy) abandonaba su
bello traje y hoy me he levantado con la gran sensación de querer celebrarlo
como un gran acontecimiento ¿no es una gran fiesta el que un ser nazca a la
Vida, que vuelva al Hogar??? Y así me lo planteé: estrené un vestido blanco (me
hace juvenil J),
lo acompañé con unas “mayorquinas” rojas y salí a disfrutar del día, de la luz
del sol, de mi pueblo (que apenas lo
disfruto) y para más colmo… le percibí diciéndome cosas, consejos. Claro, no es
de extrañar, para mi han sido casi 15 maravillosos e intensos años pero, para
el, ha sido toda su vida…
Te quiero contar que, a pesar de haber tenido este paso
trascendental toda la vida bien presente, haber leído tanto sobre esta etapa
segura, de creer que estaba concienciada como me ocurre cuando se va algún ser
querido más o menos cercano… en este caso me he sentido invadida por los
sentimientos de una forma inaudita y sorpresiva, llegándome a dejar
completamente “out”, fuera de juego, hace 20 días cuando realmente creo que se fue
pues le dio un shock que le dejó postrado. Desde entonces me he preguntado a
que se debía esta inesperada “traición” de los sentimientos, me propuse
encontrar la causa y ya encontré.
En el libro de Krishnamurti A los pies del maestro, en un párrafo explica:
“El cuerpo astral tiene
sus deseos a docenas; él os inclina a la cólera, a la injuria, a la
envidia, a la avaricia, a codiciar los bienes ajenos, a sumiros
en la depresión. El cuerpo
astral quiere todas estas cosas y muchas más, no porque desee
perjudicaros, sino
porque le gustan las vibraciones intensas, así como el cambio
constante de ellas. Mas
vosotros no necesitáis estas cosas, y por esto debéis saber
distinguir entre vuestros
deseos y los de vuestro cuerpo.”
Al leer este párrafo entendí… y es que los animales se
relacionan con el mundo del deseo o astral, son totalmente emociones, por lo
tanto, sacan nuestro lado más emotivo, vulnerable, visceral.
A mí, este ser me ha enseñado muchísimo y sobretodo en esta
última etapa. También me plantearon, casi diría, de una forma insistente, el
tema de la eutanasia o sacrificarle para que no sufriera y en un momento dado
lo di por bueno a pesar de que, gracias a Dios, no tuvo apenas trances
dolorosos. Pero reflexionando más tarde sobre la cuestión me pregunté por qué
evitar el sufrimiento si es lo que
presentaba la vida en ese momento y, de alguna forma recordé que el sufrimiento…
purifica, limpia, eleva, dignifica, hace evolucionar, crecer.
Vivimos en una sociedad que trata de borrar “lo malo”, lo
feo, lo que no gusta, la muerte, el dolor, el sufrimiento; pero venimos a este
mundo para aprender “lo bueno” y “lo malo”, realmente estas dos apreciaciones
solo son producto de la mente porque, para lo demás, solo son enseñanzas a
aprender y si las evitamos… estamos evitando aprender, integrar esas enseñanzas
tan valiosas. Por lo tanto, asumí y decidí que si teníamos que pasar esa etapa,
la pasaríamos con toda la dignidad y valor de los que fuéramos capaces.
Trato, en todo momento, intento hacer lo correcto y, aún así
tenía dudas, así que un día le pregunté si quería la inyección y percibí una
respuesta como aterrorizada “NO, DE NINGUNA DE LAS MANERAS” por lo que no volví
a plantearme más la cuestión.
Pero ayer, después de que se fue, analizando los símbolos,
el día del mes, de la semana, el signo del zodiaco, los ángeles que actuaban…
me quedé de piedra al leer que el principal ángel (OMAEL, Dios paciente) que
actuaba ayer es el que da el “amor por los animales” y, por el contrario, el
que actúa desde “abajo”, la energía inversa es el que promueve “el aborto y el
sacrificio indiscriminado de animales” y explica que, como dice la ley del Karma, la persona
que quita la vida, en algún momento tendrá que darla, restituir esa vida y las
experiencias valiosísimas que lleva consigo…
Solamente lo dejo ahí pues es un tema sumamente delicado y
cada cual que lo tome como bien lo vea.
Escribo este artículo en homenaje al ser maravilloso que me
ha acompañado todos estos años y que lo sigue haciendo allá donde está, que me
ha enseñado el amor sin condiciones, la sencillez, la dignidad, la superación y
tantas otras cosas… Por lo tanto, os invito a todos a que os planteéis el
compartir la vida con alguno de estos maravillosos maestros y realmente sabréis
lo que es VIVIR.
2 comentarios:
Aunque, como decía, es un tema sumamente delicado, en el que contexto en que está escrito entiendo que se refiere al sacrificio de animales indiscriminado como pueda ser la caza o las corridas de toros. En la vida, las cosas no son en blanco y negro, si no que hay momentos, situaciones límite las cuales van más allá de la razón.
Esta entrada la escribí el día 23 por la noche pero, al publicarla ya pasó al 24 (es lo que dice) porque Japy dejó el físico el 22 y por eso dígo: ayer...
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