YO SOY LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA
las encontré grabadas en el tronco de un hermoso árbol caído, al día siguiente de que mi amado perro Japy dejara su bello cuerpo.
Y lo primero que se me ocurrió fue... hacerle una foto:
Aunque esto fue el 23 de agosto pasado hoy, domingo de Resurrección cobra todo su significado ¿qué más pruebas necesitamos? si somos seres de Luz, de Vida, hijos del Padre/Madre, hermanos de Jesucristo ¿porqué nos identificamos con la muerte??? o es con los egos con los que más nos identificamos perdiendo la conexión con nuestro verdadero origen???
En definitiva, solo se trata de elegir entre dos opciones o, incluso, ni eso, porque la única solución y la única meta es LA VIDA.
¡FELICES PASCUAS!
Nota: días después, pasando algún mes, el árbol estaba como siempre... ¡no había nada escrito en el!!!
Bueno y ya puesta a colgar información... el verdadero día en que Japy se despidió fue 20 días antes en que le dio una especie de ataque y, pidiendo consejo a mi amiga Lola, me dijo que no me preocupara por el porque estaba viviendo su tránsito y que yo me relajara y meditara sobre ese momento tan especial.
Aunque me sorprendió su respuesta, la hice caso, me senté a meditar e, inmediatamente, apareció él como un ser de luz, energético... algo parecido a esto:
Claro está, esto es una composición sacada de una foto del perro, aunque lo que vi era más luminoso y no tenía tanto rasgo de perro.
Lo cierto es que ha sido un ser bello, maravilloso y los primeros días me preguntaba cómo podría pasar sin tenerle cerca de la mano pero es tanta la luz y el amor que envía o que emite que, muy pronto cambié de idea: ¡le prefiero así...!
No sé muy bien porque me han pasado todas estas cosas aunque de algo sí estoy segura: son muestras para trasmitir algo muy claro que, en el día de hoy se pone de manifiesto:
somos y venimos de la VIDA, del AMOR, energía que puede sobre la materia y que es eterna, infinita...