Sospechaba algo, aunque no podía llegar a creerlo, no podía integrar tanta maldad que genera el ser humano, y en este vídeo lo confirmo: la industria farmacéutica y la alimenticia ¡son la misma! con razón me llamaba tanto la atención que nos cuelen en absolutamente todos los alimentos procesados: pan, conservas, refrescos, bollería, alimentos preparados -cada vez más- llevan incluido el veneno dulce: el azúcar. Es dificilísimo comer ajenos a este dulce veneno.
Tengo que decir que, desde hace muchos años, estoy inmersa en la medicina natural, alimentación ecológica, etc... y he llegado a la conclusión de que tampoco es "oro lo que reluce" en este sector... después de tomarme el tema con mucha cautela, puedo asegurar a día de hoy que una buena parte... también persigue el lucro económico por encima, muy por encima de la salud y, en esta ocasión con mucha menos vergüenza o una inmensa hipocresía.
Por ejemplo, el azúcar morena... es azúcar blanca ¡teñida! si, eso es: teñida con sirope de regaliz, entre otros (hasta me he enterado con qué sirope), por eso insisto en que se utilice solamente el jugo del azúcar de caña auténtico que en América se conoce por PANELA y, gracias a la inmigración, también se vende aquí. Este azúcar, además de procesarse de forma natural aporta minerales al organismo aunque, no por ello, conviene abusar pues es enormemente calorífico. Y otra opción excelente es utilizar la stevia, una maravillosa planta con un gran capacidad de endulzar además de tener muchas propiedades (otro día hablo de ella, aunque en la red hay mucha información).
¿Porqué venden viales reconstituyentes bien cargados de azúcar y, por si no fuera poco, también glucosa????
Por ejemplo, la famosa fructosa... si, técnicamente es el azúcar que hay en las frutas... pero ¿alguien se cree que la obtienen de ellas? pues no, efectivamente... es un derivado ¡del azúcar blanca! -sin comentarios-.
Y ya lo dejo aquí para mantener mi estómago en equilibrio.
Te dejo con este vídeo el cual aclara todo esto mucho mejor... doctores desde el 1800 y pico que vienen diciendo lo mismo y ¿qué? menos mal que la era de la comunicación ya ha llegado...
¡salud!