Del latín: rosa canina
Parte útil:la hoja, la flor y el fruto.
Indicaciones: digestivas, antiinflamatorias, laxantes, vitamínicas, problemas de los nervios, astringente, tónico y estimulante sexual.
Aunque seguiré un orden alfabético, tanto en esta ocasión como en la anterior me salto el orden pues estas dos flores lo merecen ¿no crees?
La rosa, además de la simbología que guarda en relación con la vida: es un camino de espinas pero la meta ¡es la más bella de las flores! ¿sabes que su perfume es dificilísimo de obtener? El autentico requiere muchísimas flores para obtener unas pequeñas gotas… pero ¡qué perfume! Pero como no pretendo derivar por la simbología pues te invito a indagar sobre ello, es fundamental, base en la vida.
Bien, aunque nos vamos a basar en la auténtica rosa, la canina, las propiedades son generales a todas las demás: como planta es un arbusto que, dependiendo de la clase (hay muchas) puede medir desde 40 cm. hasta varios metros. Su resistencia a la climatología es admirable, resiste bajo temperaturas extremas.
Los pétalos se emplean en belleza como tónico estimulante y astringente; en el baño, tanto en esencia, tónico, infusión e, incluso, los mismos pétalos actúan como relajante, equilibra, estimula y también se le atribuyen propiedades afrodisiacas.
Las propiedades medicinales también son astringentes utilizando sus hojas en infusión así como los pétalos y el fruto, por lo que es muy útil en casos de diarreas. El fruto o escaramujo, tomándolo directamente o en infusión aporta ¡cinco veces! más vitamina C que el limón. Recordaré que, al ser de una dureza consistente conviene dejarlo hervir durante 10 minutos y luego, dejarlo reposar otros 10 minutos. Por lo tanto previene bajadas de defensas así como catarros, gripes, etc. excelente cuando comienza a “picar” la garganta.
Y el punto mágico: si hay alguna negatividad tanto a nivel físico como emocional, imagina que una o varias rosas se “comen” esa negatividad y verás como todo cambia…